Yo tenia la costumbre, e incluso el placer, de esas observaciones intimas y meticulosas. Cuando te detienes a observar, por ejemplo, el modo como se forman t profieren las palabras, no resisten nuestras frases al desastre de su baboso decorado. Es mas complicado y mas penoso que la defecacion, nuestro esfurzo mecanico de la conversación. Esa corola de carne abotargada, la boca, que se agita silbando, aspira y se debate, lanza toda clase de sonidos viscosos a traves de la hedionda barrera de la caries dental…que castigo!. Y sin embargo, eso es lo que nos exhortan a trasponer en ideal. Es difícil. Puesto que no somo sino recintos de tripas tibias a medio pudrir, siempre tendremos dificultades con el sentimiento. Enamorarse no es nada, permanecer juntos es lo difícil. La basura, en cambio, no pretende durar ni crecer. En ese sentido, somo mucho mas desgraciados que la mierda, ese empeño en perseverar en nuestro estado constituye la increible tortura.
Celine.
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