sábado, 1 de mayo de 2010

A, B y C.


Cuando A quiere a B, B advierte en A una dependencia, una ansiedad, que le parece irritante, y de algún modo mantiene distancias, y si puede, se va. Si B no se ha ido cuando A empieza a prescindir de B, porque se canso o porque ha reparado en C, B nota la ausencia de ansiedad, se alarma y realmente se interesa por A. El amor, impulso de los seres humanos, animales muy desagradables, no prospera en el buen trato sino en situaciones de guerra: ataques, contraataques, retiradas, juegos de alianzas, etc.

Adolfo Bioy Casares
De las cosas maravillosas

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